viernes, 24 de enero de 2014

El amor romántico: el amor patriarcal.

"El romanticismo y el capitalismo van de la mano." Mari Luz Esteban, antropóloga.

"El sujeto simbólico del amor en diversas culturas y épocas ha sido el hombre. La mujer es la cautiva del amor." Marcela Lagarde, antropóloga.

Todo es química. Sin embargo, se pueden conocer todos y cada uno de los ingredientes de un pastel de chocolate, pero todavía nos gusta sentarnos y comerlo.”. Helen Fisher, antropóloga. 





MARCELA LAGARDE, antropóloga.


"El amor encierra recovecos de dominio que generan desigualdad, lazos de dependencia y propiedad, así como privilegios e inequidad que generan frustración, sufrimiento e incluso daño"

"El sujeto simbólico del amor en diversas culturas y épocas ha sido el hombre y los amantes han sido los hombres. La mujer, cautiva del amor, ha simbolizado a las mujeres cautivas y cautivadas por el amor. Se trata del amor patriarcal y de los amores patriarcales." 
"En efecto, los cautiverios de las mujeres se han estructurado en torno al amor que envuelve la sexualidad erótica y procreadora. La maternidad, la filialidad, la conyugalidad, la familiaridad y la amistad, implican al amor considerado inmanente de las mujeres. Sexo, sexualidad y amor son una tríada natural asignada a las mujeres. Son la esencia del mito sobre la naturaleza femenina..."

"Los chicos y las chicas no deberían repetir estos estereotipos, concepciones del amor profundamente arraigadas. Nuestros trabajo como educadores/as es el de desmontar y dar elementos y recursos para que las personas puedan tener una visión crítica: tener una capacidad de analizar y no legitimar y dar como válido aquello que sentimos como algo positivo por sí mismo. Sabemos que los sentimientos tienen que ser analizados, criticados, transformados...Yo parto de esa visión, no separar sentimientos, emociones, afectividad y razón. No podría haber razón sin afectividad, y apelamos que la afectividad pueda apelar a la razón."

"Mari Luz Esteban es una compañera a la que respeto mucho. Las dos estudiamos el amor, como buenas feministas. El amor ha sido estudiado desde todos los feminismos, que han propuesto cambios fundamentales al respecto. Las feministas que lo han hecho han experimentado, han indagado en sus vidas, han analizado el amor romántico y todos los tipos de amor. Y es normal, porque el amor ha sido un espacio cargado de afectividad, pero también de ideología, de norma conservadora, en donde las mujeres, objeto del amor, nunca sujeto, hemos sido atrapadas en relaciones patriarcales muy fuertes. Poder analizar esto nos ha ayudado mucho, aunque luego nos haya costado ponerlo en práctica. Cada generación ha sufrido una actualización del amor patriarcal. En la actualidad, las mujeres creen que viven en igualdad y que a ellas nos les afecta, pero la enajenación y la opresión siguen. El amor tiene su actualización contemporánea y postmoderna"

 

MARI LUZ ESTEBAN, antropóloga.


"Algunas etnografías en torno al amor romántico realizadas en culturas distintas
nos aportan resultados muy diversos e incluso paradójicos. Susan y Douglas Davis (1995) han percibido diferencias entre las mujeres y los hombres jóvenes de la sociedad marroquí, ya que las mujeres no aparentan experimentar la misma intensidad romántica que los hombres o solo la comparten con sus mejores amigas. Esto se debe a que deben mantener indemne el ideal de pureza pero también a que necesitan más que ellos de un matrimonio estable, lo que las empuja a dejarse llevar menos por sus sentimientos."

"También es interesante el caso analizado por Victoria Burbank (1995) en una comunidad de aborígenes australianos donde el amor romántico aumenta radicalmente su presencia con la instalación de una misión protestante en los años 50. Los nuevos aprendizajes de los jóvenes, al compás de las películas de Hollywood, van provocando su oposición a los matrimonios concertados antes de la menarquia de las niñas. El amor romántico en esta sociedad es un discurso de desafío, un paradigma de resistencia adolescente frente al autoritarismo de los padres."

"Tenemos el amor bastante naturalizado y esencializado; porque lo consideramos algo intrínseco: parece que está ahí, que lo sentimos todos los seres humanos, que es incontrolable… Y eso resulta problemático, porque, si es así como comprendemos el amor, nunca nos plantearemos una necesidad de reflexionar y discutir sobre ello."

"El amor romántico es algo que se ha desarrollado en los últimos siglos (...) Hemos colocado las emociones y el amor en el centro de nuestra sociedad, hasta el punto de convertirlos en la base para percibir y ordenar el ser humano, las relaciones sociales, y, en general, la vida."

"El romanticismo y el capitalismo van de la mano, ya que se afectan mutuamente. En la ficción romántica (en las novelas rosas, en las películas…) se pueden apreciar claramente los valores capitalistas; y es que siempre cuentan la misma historia: el camino que recorre una mujer hasta encontrar a un hombre. Este tipo de guiones, además de reflejar heterosexualidad y unas relaciones de género muy concretas, muestran también la ‘ilusión’ del capitalismo: un orden económico y moral en el que, aparentemente, el dinero no es importante y el amor siempre es bueno."
 “Estamos muy convencidas de la omnipotencia del amor, ya que pensamos que
suprime todo tipo de diferencias: las correspondientes al género, a la etnia, a la clase… Pero no es cierto; todo eso no es más que una ilusión con la que nos alimentan”

"A las mujeres se nos dice que somos nosotras las que tenemos que cuidar de las emociones y del amor; nos vemos obligadas a estar pendientes de los demás. Eso, en sí, no es algo malo, pero ¿qué es lo que pasa? Que nosotras tenemos que dar todo ese amor, pero no podemos pedir nada a cambio; es decir, se rompe la reciprocidad en perjuicio de la mujer. Otra forma de dependencia consiste en convencer a las mujeres de que tienen que hacer lo que deben a cambio de amor, y no a cambio de dinero; por tanto, lo que hace una mujer no es un trabajo, no tiene valor. Existen muchas maneras de arrebatarnos la capacidad para exigir lo que nos corresponde, lo cual nos relega a una posición de dependencia del poder."

De la misma manera que nos protegemos con un casco y unas cuerdas cuando vamos al monte, también necesitamos protección en el amor, para ser capaces de pasarlo bien y salir bien paradas. Tenemos que asimilar ciertas técnicas e ideas para poder identificar cuándo las cosas van mal y cuándo bien, para comunicarnos, para negociar o para abandonar una relación… Ésos son nuestros arneses. ¿Por qué pensamos que en el amor no es necesario protegerse y que todo es libre? Es una locura.

La antropóloga Helen Fischer defiende un análisis absolutamente imbuido de
la ideología occidental diferencialista y naturalizadora respecto a la biología femenina y masculina y el amor romántico. El problema principal de este tipo de teorías es su enfoque biologicista y/o psicologicista, una forma de determinismo que presupone una jerarquía.

 

HELEN FISHER, antropóloga.


"El colocón del enamorado lo producen las sustancias que fabrica su cerebro" ”Creo que esa locura la producen los niveles altos de dopamina y norepinefrina, y un nivel bajo de serotonina.”

”El impulso sexual es diferente del amor romántico y es diferente del afecto. También creo que han evolucionado por razones diferentes. Creo que el amor romántico es el impulso verdadero, porque emana de este cerebro primitivo y es más fuerte que el impulso sexual. El impulso sexual evolucionó para que saliéramos a buscar a nuestras parejas. Cuando estamos locamente enamorados, queremos irnos a la cama con nuestra pareja, pero lo que realmente queremos es que nos llame por teléfono, que nos invite a cenar, y se crea una unión emocional. De hecho, una de las características principales del amor romántico es el deseo de contacto sexual… y de exclusividad sexual. Cuando nos acostamos con alguien y no lo amamos, no nos importa realmente si también se acuesta con otros. Pero cuando nos enamoramos, pasamos a ser realmente posesivos.”
 
Y si a ellos el amor les entra por los ojos, las mujeres son más sensibles a la palabra y los detalles. Eso tiene sentido: el negocio de la pornografía se apoya en los hombres... Durante millones de años, el hombre ha tenido que mirar bien a la mujer y tomarle la medida para ver si ella le daría un niño saludable. Mientras, en el caso de la mujer se ve una mayor actividad en las areas del cerebro asociadas con la memoria y la rememoración, y al principio lo no entendí, pero luego pensé que, durante millones de años, una mujer no podía mirar a un hombre y saber si podía ser un buen padre y un buen marido. Para saberlo, tenía que recordar. Tenía que recordar lo que había dicho el último día de San Valentín, cómo se había comportado con anterioridad.

 “Todo es química. Cada vez que producimos un pensamiento, o tenemos una motivación, o experimentamos una emoción, siempre se trata de química. Sin embargo, se pueden conocer todos y cada uno de los ingredientes de un pastel de chocolate, pero todavía nos gusta sentarnos y comerlo.”


 
"En mi idioma, Igbo, la palabra 'amor' es 'ifunanya' 
y su traducción literal es, 'ver'." 
Chimamanda Ngozi, escritora.


Fuentes:
http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/antropologia/11/06/06157172.pdf
http://www.pikaramagazine.com/2012/03/mari-luz-esteban-%E2%80%9Cse-pueden-hacer-sacrificios-por-amor-pero-siempre-deben-ser-temporales%E2%80%9D-la-antropologa-explica-en-su-libro-que-en-la-cultura-occidental-tanto-la-sociedad-como-las-r/
http://www.ted.com/talks/helen_fisher_tells_us_why_we_love_cheat.html
http://www.youtube.com/watch?v=1jTO1XlduTU
Claves feministas para la negociación en el amor” Marcela Lagarde
http://qz.com/766267/nobody-is-ever-just-a-refugee-chimamanda-ngozi-adichies-powerful-speech-on-the-global-migrant-crisis/ 

sábado, 18 de enero de 2014

Los jainíes: la religión suicida atea.

"Ningún Dios, o profeta suyo, o delegado suyo, puede interferir en la vida humana. El alma, y solo ella, es responsable directamente de todo lo que hace" maestro jain Jagmanderlal.
 
En la India, hay diversas sectas, extremas para ojos occidentales. 

Los Aghori sorprenden porque recubren su cuerpo con cenizas de muertos y excrementos propios que llevan dentro de un craneo humano, y con eso piden limosna amenazando a la gente con ponerla perdida si no les dan algo. Los Naga Babas, otros ascetas sivaítas, tienen a gala ir completamente desnudos y con mucho orgullo, pues descienden de los luchadores que combatieron contra los ejércitos mongoles en el siglo XIII. Mientras, los Khareshwari, practican el voto de no sentarse ni acostarse durante 12 años. Otros sadhus se nombran en este post: 


Sin embargo, existe una suerte de religión atea: el jainismo. Una filosofía autóctona de la India en la que no existe el concepto de la creación del universo por Dios. Se considera que el cosmos es eterno e indestructible, y en él existen componentes "vivientes" y "materiales" en flujo continuo. "Ningún Dios, o profeta suyo, o delegado suyo, puede interferir en la vida humana. El alma, y solo ella, es responsable directamente de todo lo que hace" afirma el maestro jain Jagmanderlal. "La creación implica volición, un deseo de crear (...) implica imperfección. Y Dios no puede ser imperfecto"

Por eso, los jainíes no creen en un único dios ni rezan a los dioses para que les ayuden. En su lugar, confían en guías espirituales o jinas, que les entrenan sobre cómo alcanzar la liberación del ciclo de la reencarnación mediante la posesión del recto conocimiento, la recta fe y la recta conducta, que significa sobre todo Ahimsa (no violencia), Satya (veracidad), Asteya (no robar), Aparigraha (desapego a lo material) y Brahmacharya (castidad).

Un concepto esencial en esta religión es el de karma, distinto del de los hindúes y budistas. Para los jainíes se compone de finas partículas que se adhieren al alma, modelándola de forma gradual y aportándole un peso que la ata a la tierra. Todas las acciones, sean buenas o no, producen cierta materia kármica que se adhiere al alma, pero las malas acciones producen un karma más pesado, del que es más difícil liberarse. Lo peor que puede suceder es reencarnarse en algo que previamente haya sido asesinado por ellos.

Por eso, tienen de base el no matar, pero más que un mandamiento, lo convierten en una forma de ser. El jain no sólo no quiere matar a un ser vivo, sino que, llegado el caso, prefiere morir antes de matar. Eso puede entrañar la propia muerte, o el grado más extremo de perfeccionamiento, que practican los digambaras.

Como los desnudos Naga Babas, los "vestidos del aire", los digambaras son los "vestidos del cielo", que también renuncian a todo lo terrenal, incluyendo el vestido, ya que entienden que se pudo haber matado algún ser vivo durante la confección de esa ropa. Los monjes llamados jina-kalpin (independientes) llegan a la muerte por inanición mediante un yoga de total autopurificación o sallekhana (o santhara) Un suicidio ritual por no comer para llegar a la extrema santidad y liberación. Los más rigurosos practican una extrema forma de yoga sentándose (mulabanda) con todos los sentidos cerrados y simplemente respirando, con el fin de librarse del deseo de vivir.

Sassole, un pueblo del Rajastán, es conocido en la India porque autorizan la
santhara. Especialmente siguen esa costumbre mujeres ancianas, viudas casi siempre, que se sienten como un peso para sus familias y que no tienen otro horizonte que la muerte. Eso ha fomentado una especie de peregrinación a Sassole para cometer el suicidio ritual. "Hasta un millar de personas toman santhara cada año en la India y eso no se investiga como suicidio porque el acto es público y se santifica a través de sermones" afirma Sara MacDonald en su libro "Holy Cow" 

Aún con todo, hay una razón de peso para estos jainíes. Además de considerar que el cuerpo es una carga, nunca están seguros de no cometer asesinato de gérmenes u otras vidas microscópicas en todo tipo de alimento. Si comen (poco y siempre crudivegano) se beben los residuos del plato para evitar que nazcan por generación espontánea "millones de pequeñas réplicas de ellos mismos de cuyas muertes ellos también serían responsables" Gustan hacer una bola con la comida para tragársela con agua de una vez y así evitar una gran matanza de estos seres diminutos. Así mismo, los que preparen comida para estos ascetas serán absueltos de sus pecados, paradójicamente, para que éstos no tengan que caer en el acto tan violento de cocinar.

Otros, la rama svetambara o los "vestidos de blanco", menos extremos, se decantan por usar mascarillas en la nariz para evitar la inhalación de insectos y barren suavemente el suelo por el que van a pisar por el mismo motivo. Para no matar seres microscópicos beben agua poniendo un pañuelo como filtro. Otra obligación devocional es la ratri-bhukta-tyaga o "abstinencia de comer de noche", ya que los seres diminutos podrían desorientarse sin la luz y ser consumidos. Tampoco está permitido el alcohol por la destrucción de seres que se producen en los procesos de fermentación y destilación. 

Es más, llegaron a asegurar que la vida no se puede dividir en orgánico e inorgánico y, de hecho, el profesor J.C. Bose de la Universidad de Calcuta ya ha roto con esa antigua dimisión en la biología. Los maestros jainíes supieron mucho antes que la ciencia moderna que habían seres en el agua. Incluso llegaron a diferenciar entre materias gruesas-finas (como la luz, que se ha visto que es ondulatoria y no corpuscular) y materias finas-gruesas (como la fragancia, el sonido...)

Una de las visitas más instructivas que se puede hacer en Delhi es al Hospital de los Pájaros, regentado por los jainíes de la zona que como veterinarios intentan librarse del samsara o rueda reencarnante. Se dice que una de las prácticas habituales en los jainíes era cortarse trozos de su propia carne y ofrecérselos a las aves de rapiña...

... Y esto quizás no resulte tan extravagante para ojos occidentales.

Fuentes:
 http://www.historia-religiones.com.ar/el-jainismo-55
El banquete humano: Una historia cultural del canibalismo.

viernes, 10 de enero de 2014

El banquete humano: el canibalismo en la historia.

"En una ocasión, cuando un europeo le dijo a un caníbal que el comer carne humana era uno de los hábitos más degradantes, el nativo contestó: 
- ¿Por qué degradante? Vosotros coméis ovejas, vacas, pollos, todos ellos animales inferiores; nosotros comemos hombres, animales superiores. ¿Sois vosotros los que estáis degradados!" Klaus-Friedrich Koch, etnólogo.

"Nos educan para hundir una bayoneta en una persona viva, pero no un tenedor en una persona muerta" Thor Heyerdahl, explorador.

Extractos de "El banquete humano" de Luis Pancorbo.

Cuando la última reina de Hawai, Liliuokalani, visitó Londres, dejó muy sorprendidos a todos al decir que ella tenía sangre inglesa. Era, como ella mismo aclaró, porque sus antepasados se comieron al capitán Cook.
La reina de Hawai, lejos de ser una mujer salvaje o torpe, tenía una alta educación y componía canciones y piezas pianísticas como Aloha Oe, que acabó siendo el himno de la monarquía agonizante en su propia persona.

Cook fue quien había bautizado las Islas Sandwich en honor a su noble patrocinador John Montagu (e
inventor de un bocadillo de roast beef muy útil para no levantarse de la mesa de juego, el sandwich)
La ironía del destino fue que Cook acabó siendo canibalizado en las islas Sandwich. ¿Cómo fue posible ésto si los indígenas le consideraban una encarnación del dios Lono?

Se debió, entre otras razones, a que el primer viaje de Cook a estas islas, en enero de 1778, coincidiese con las fiestas del año nuevo hawaiano (Makahiki), y por tanto, con la celebración de Lono, el dios de la fertilidad. Pero al final de ese primer viaje, al dios Cook se le rompió el mastíl de su navío y tuvo que volver a puerto. Por consiguiente, según el antropólogo Marshall Sahlins, quedó relegado a la categoría de ser ni divino ni humano. En su segundo viaje, le hicieron un recibimiento apoteósico, con regalos de cerdos, frutas, mujeres... Ya al final de la estancia, se disparan los nervios, las incomprensiones, empieza la pelea entre ambos mundos, y el dios acaba descuartizado. Pronto se dieron cuenta de que no difería mucho de otros seres canibalizables. En eso, tenían la misma mentalidad que los fiyianos, que cuando se encontraban con alguien de rango superior, exclamaban "¡cómeme!" Los propios jefes hawaianos, nada más conquistar el poder "comen el distrito" "Un jefe es un tiburón que viaja por tierra" dice un proverbio hawaiano.

Después, los pocos blancos que se dejaban caer en esas islas practicaban el blackbirding: peinaban las playas para reclutar mano de obra para cortar caña de azúcar o recoger algodón en Hawai, en Fiyi o en Australia. John Williams, misionero precursor en las Cook, acabó comido por los isleños de Erromango, que desde entonces fueron considerados poco menos que demonios.

Quizás por eso, en el delta del Níger, para evitar confusiones con el canibalismo, la iglesia prohibió la eucaristía del cuerpo y la sangre de Cristo sustituyéndola, según Nigel Barley, en "un pastel esponjoso y húmedo conocido con el nombre de maná"

"Los muertos no eran ya seres humanos, sus almas estaban con Dios y lo que habían dejado atrás era lo mismo que cualquier carne" pensó Roberto Canessa, uno de los supervivientes uruguayos en los Andes, contado por el libro Viven. "Dios quiere que sobrevivamos" dijo Javier. Zerbino ha roto por fin con la idea un poco ñoña y religiosa de su supervivencia: "A Dios lo tuvimos de nuestro lado y lo mandamos a la mierda (...) El Dios que conocimos en los Andes fue la paciencia, la tolerancia, el amor, el estar en paz con uno mismo"

En la narración de Cabeza de Vaca "Cómo se partieron cuatro cristianos" se cuenta otra tragedia: "dende a pocos dias suscedio tal tiempo de frios y tempestades que los indios no podian arrancar las rayzes : y de los cañales en que pescavan ya no avia provecho ninguno : y como las casas eran tan desabrigadas començose a morir la gente, y cinco christianos que estavan en rancho en la costa llegaron a tal estremo que se comieron los unos a los otros hasta que quedó uno solo, que por ser solo no huvo quien lo comiesse. Los nombres dellos son estos, Sierra, Diego Lopez, Corral, Palacios, Gonçalo Ruyz. Deste caso se alteraron tanto los indios, y ovo entre ellos tan gran escandalo, que sin dubda si al principio ellos lo vieran los mataran, y todos nos vieramos en grande trabajo : finalmente en muy poco tiempo, de ochenta hombres que de ambas partes alli llegamos, quedaron vivos solos quinze : y despues de muertos estos, dio a los indios de la tierra una enfermedad de estomago, de que murio la mitad de la gente dellos. (...)

De la enfermedad de la risa, o kuru, morían 200 personas fore cada año. No se
sabe a ciencia cierta cuando empezó la práctica del canibalismo entre los fore. Los hombres comían preferentemente los músculos y las mujeres y los niños cerebros humanos, por eso éstos últimos sufrieron más las consecuencias de la enfermedad. El kuru se contraía por manipular con las manos cerebros humanos en las ceremonias caníbales. Fue el doctor Carleton Gadjusek quien fue a estudiar personalmente este tema a Papúa, y por ello obtuvo el premio Nobel de Medicina. Veinte años después, fue detenido por abusar sexualmente de un niño de quince años que se había traído de la Micronesia para que viviera en su casa.

"La palabra caribe -me dijo el jefe de Dominica, Charles Williams- viene de los europeos y se relaciona con el canibalismo. Nos llamaron caníbales salvajes. Y eso fue porque la autoridad estaba en manos de la Monarquía y de la Iglesia y creían que podían hacer todo lo que se les antojase, por ejemplo llamar caníbales a nuestros antepasados. No los consideraban humanos, de modo que se podía hacer de todo con esos caníbales o salvajes. Si los mataban, no pasaba nada."

Nuestro documental se había cruzado con el polémico rodaje de "Piratas del Caribe: el cofre del muerto" en la propia isla. El tema de los caníbales había enfurecido con toda razón a Williams. Los caribes eran caracterizados como una tribu africana aunque llevando maquillaje y adornos más propios de Papuasia. Quizás Charles Williams no estaba muy dotado para captar las ironías del cine contemporáneo, pero tenía muy asumido y digerido el discurso anticolombino
"Las tierras de los caribes fueron invadidas, y mucha gente fue masacrada y raptada"

El humor desengrasa a veces, como lo que me contó un misionero que vivió largos años entre los bobofing de Alto Volta: había una vez un blanco dentro de una olla caníbal cuando uno de los negros del pueblo empezó a darle de palos. A lo que otro paisano le dijo al que golpeaba al blanco: 
-Pero ¿por qué le pegas? ¿No crees que tiene suficiente con estar en la olla? 

-¡Es que se está comiendo las patatas!

El doctor en ciencias de la comunicación Vicente Romano cuenta otra anécdota: "El médico, músico y humanista  Albert Schweitzer cuenta la anécdota
siguiente de cuando trabajaba de médico misionero en la selva de Gabón,
durante la Primera Guerra Mundial. Un buen día se le acercó uno de los
cabecillas nativos a protestar de la crueldad de los blancos. Llevaban ya unos
meses de guerra entre ellos, habían matado a 35 personas y habían dejado
pudrirse los cadáveres sin comérselos. El hombre no podía entender la
crueldad de que se matara por matar, y no por hambre."


http://www.rebelion.org/docs/71900.pdf

jueves, 2 de enero de 2014

La flagelación del culto Kachina: la educación.

 "Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra." Paulo Freire.

Extractos de "La transmisión de la cultura" George D. Spindler:
 
"Como los hopi, de quienes son vecinos muy cercanos en la meseta de Arizona, los hano tewa, cuando alcanzan aproximadamente la edad de nueve años, pasan por una ceremonia de iniciación al culto Kachina. (...) El hermano de la madre se encarga de reprenderles y corregirles; y, cuando son malos, son los Kachinas (o la amenaza de los Kachinas) los que se ocupan de asustarles de vez en cuando con la muerte. (...)

Todo esto cambia cuando tiene lugar la iniciación, en torno a los nueve años. Para el chico se selecciona un padre ceremonial, y para la chica, una madre ceremonial. (...) Edward Dozier describe así la experiencia de iniciación de uno de sus informantes:

"Se nos había dicho que los Kachina eran seres de otro mundo. Había algunos 
chavales que decían que eso no era así, pero nunca pudimos estar seguros de ello, y la mayoría de nosotros creía lo que nos habían contado. Nuestros propios padres y nuestros mayores habían intentado hacemos creer que los Kachinas eran seres poderosos, que algunos eran buenos y otros malos, y que conocían nuestros más íntimos pensamientos y actos. (...) El ogro Kachina, el Soyoku, venía todos los años y amenazaba con llevamos lejos; se nos había dicho que el día de la iniciación tendríamos que vérnoslas con esas criaturas espantosas y con muchas otras. (...) Cuatro días antes del Powamu nuestros padres y madres ceremoniales nos llevaron a Court Kiva (...) nos incitaron a ofrecer maíz sagrado a los Kachinas y, tan pronto como lo hicimos, comenzaron a golpearnos con sus azotes de yuca. A mí me golpearon tan fuerte que defequé y me oriné encima, mientras sentía cómo los cortes de los latigazos se formaban en mi espalda y creía sangrar abundantemente. Me golpeó cuatro veces, la última vez me dio sobre la pierna y cuando el látigo comenzó de nuevo a golpear, mi padre ceremonial me arrastró hacia sí cogiéndome por la espalda y comenzó a pegarme. «Éste es un buen chico, señor mayor», le dijo al Kachina, «ya le has golpeado lo suficiente». Muchos días duraron las heridas en mi espalda, y tuve que dormir de costado hasta que las cicatrices sanaron.


Después de los azotes nos ataron al pelo una pequeña pluma sagrada, y nos dijeron que no comiéramos carne o sal. Cuatro días después fuimos a ver la ceremonia Powamu en el kiva. (...) En esta danza vimos que los Machina eran en realidad nuestros propios padres, tíos y hermanos. Esto hizo que me sintiera extraño. Sentía algo así como que todos mis parientes eran responsables de los azotes que habíamos recibido. (...). Me sentía defraudado y maltratado (Dozier 1967:59-60)."

Si el iniciado no aceptase la realidad espiritual de los Kachinas y si no admitiera que el comportamiento «cruel» de sus parientes es bueno y necesario para él, entonces dejaría de ser un tewa. ¿Pero es ésta una elección real? En verdad no lo es para cualquiera que sea lo suficientemente humano como para necesitar unos amigos y una familia que hable la misma lengua, tanto literalmente como en sentido figurado; o para cualquier individuo que posea una identidad como indio tewa que se extienda hacia atrás a través del tiempo. Una vez realizada la elección de ser un tewa (y esto se hace usualmente sin discusión), uno es un buen tewa. Y no se admiten dudas al respecto.

(...)  La flagelación ceremonial, en el contexto de las ceremonias dramáticas, los bailes y el bullicio general de la comunidad, es el símbolo de un cambio dramático en la situación de rol y status. Este cambio comienza precisamente cuando la persona recibe «información» sobre lo que sucede realmente en el kiva y sobre la identidad de los Kachinas, y se expande en el sentido de una intensificación de la participación en la vida secular y sagrada de la comunidad.

 Dorothy Eggan lo resume adecuadamente para el caso de los hopi cuando escribe:

"... era el de sentirse «mayor». Habían compartido el dolor con los adultos, habían aprendido los secretos que los separarían para siempre del mundo de los niños, y ahora serían incluidos en situaciones de las que previamente habían sido excluidos; (...).
(...) Al contemplar cada iniciación, los jóvenes revivían la suya propia (...) «hace falta tiempo para ver cómo es realmente la gente vieja y sabia»-.(...) Un hombre me dijo lo siguiente: «no hablaré de este asunto con usted, pues sólo le diría que uno no puede olvidado. Es la cosa más maravillosa que cualquier hombre pueda recordar. Es entonces cuando sabes que eres un hopi. Es la única cosa que los blancos no pueden tener, la única cosa que no pueden quitamos. Es el modo de vida que se nos dio cuando comenzó el mundo»

Los pesimistas concluirán que las modernas escuelas, como agentes de modernización, son un insigne fracaso. Esta conclusión sería falsa. Las nuevas escuelas no representan fracasos ni éxitos. La mayor parte de los contenidos que se enseñan en las aulas son occidentales, como lo es de hecho el concepto mismo de escuela, en tanto que lugar con cuatro paredes en el que maestro y alumnos se hallan confinados todos los días durante un cierto número de horas y regulados por un rígido programa de actividades de «aprendizaje». En muchos aspectos, las nuevas escuelas de Sisala, Malitbog y muchas otras culturas en proceso de transformación son copias inadecuadas de las escuelas de Europa y de los Estados Unidos

No hay duda, sin embargo, de que la escolarización formal en todas las naciones
del mundo que atraviesan procesos de desarrollo, aun hallándose desarticulada en relación con el contexto cultural existente, fomenta la aparición de una nueva población de personas alfabetizadas, cuyas aspiraciones y visiones del mundo son muy diferentes de las de sus padres. (...). Con el tiempo, y esto parece inevitable, las culturas en desarrollo construirán sus propios modelos de escuela y educación. Estos nuevos modelos no serán caricaturas de las escuelas occidentales.

Quizás una parte significativa del problema, así como de la forma general que puede tomar la solución, se refleje en la siguiente conversación entre dos maestros nuevos y jóvenes a cargo de una escuela de aldea entre los ngoni de Malawi y un jefe anciano:

Siguiendo el saludo acostumbrado, los maestros inclinaron una rodilla, esperando en silencio a que el jefe hablase:
«¿Cómo va vuestra escuela?».
«Las clases están llenas y los niños están aprendiendo bien, Inkosi».
«¿Cómo se comportan?».
«Como niños ngoni, Inkosi».
«¿Qué aprenden?».
«Aprenden a leer y a escribir; aprenden las Escrituras, geografía y a cultivar plantas, Inkosi».
«¿Eso es la educación?».
«Eso es la educación, Inkosi».
«¡No! ¡No! ¡No! La educación es muy amplia,muy profunda. No está sólo en los libros, consiste en aprender a vivir. Soy un anciano. Cuando era un muchacho fui con el ejército ngoni contra los bemba. Entonces llegó la misión y fui a la escuela. Me hice maestro. Entonces fui jefe. Llegó el gobierno. He visto cambiar a nuestro país, y ahora hay muchas escuelas y muchos hombres jóvenes yéndose a buscar trabajo para conseguir dinero. Yo os digo que los niños ngoni deben aprender a vivir y a construir nuestra tierra, y no sólo a trabajar para ganar dinero. ¿Me escucháis?».
«Yebo, Inkosi» (Sí, oh jefe)