sábado, 29 de agosto de 2015

Blanco bueno busca negro pobre: el lado oscuro de la ayuda al desarrollo.

"El continente africano es un inmenso cementerio. Un cementerio plagado de proyectos abandonados: hospitales que nunca llegaron a ser inaugurados, letrinas que no se utilizaron, granjas de pollos que han durado tanto como las subvenciones, guarderías en ruinas que jamás han visto un niño, ordenadores viejos parados por falta de electricidad..." 

Así describe el antropólogo Gustau Nerín el mundo de la ayuda al desarrollo, en su libro "Blanco bueno busca negro pobre". Estos son algunos fragmentos:

"En África todo el mundo sabe que las políticas de cooperación no funcionan o, como mínimo, que no sirven para lo que se supone que deberían servir. Pero este secreto de dominio público no llega a Occidente, donde la acción humanitaria se presenta como la solución a todos los problemas africanos." "No hay nadie que critique los proyectos de cooperación. Nadie se atreve a cuestionar una cosa que se ha hecho con «buena voluntad»".

 "Ante este papanatismo, es imprescindible decir algunas cosas bien claras: la
historia de la cooperación al desarrollo en África es la historia de un fracaso. Nunca tanta gente con tan buenas intenciones había dedicado tantas energías a una causa tan inútil. Hace ya cincuenta años que se impulsan políticas de desarrollo en el continente africano. A lo largo de estos cincuenta años, estas políticas de bien poco han servido. Y, en numerosos casos, incluso han sido contraproducentes".

"No hay ninguna duda de que en el mundo de la cooperación se encuentra gente de mucho valor. Algunos cooperantes han pasado años y años en una sociedad muy distante de la suya, en condiciones precarias, con la firme intención de ayudar a sus habitantes.(...) Pero de la existencia de «buenos» cooperantes no se puede inferir que los proyectos en que trabajen desarrollen África."

“Las ONG viven en un mundo terriblemente competitivo, en el cual para arrebatar donativos a las otras organizaciones no se puede recurrir a argumentos complicados. No es cuestión de iniciar un complejo debate sobre las estrategias de desarrollo, difíciles de entender, sino de sacudir al ciudadano mediante las emociones. Y para conseguirlo, nada mejor que ofrecer imágenes impactantes: niños con vientres hinchados, casas arrasadas por huracanes, inundaciones que arrastran cadáveres putrefactos…”

"Quien contemple los anuncios de las ONG difícilmente podrá deducir que Occidente está explotando a África. En las imágenes, el donante siempre ve a cooperantes enviados por el Norte para resolver unos problemas que el Sur es incapaz de gestionar."

"En 1942, el Comité Internacional de la Cruz Roja se enteró de la existencia de los campos de exterminio nazis, pero no hizo pública esa información por temor a que los alemanes no dejaran trabajar a esta institución en los territorios que ocupaban." "Medio siglo más tarde, en 1994, Ruanda era uno de los países del mundo con más ONG por km cuadrado. Prácticamente, ninguna de ellas denunció los preparativos del genocidio."

Dambisa Moyo., economista zambiana escribió otro libro, "Dead Aid", de crítica a la ayuda sistemática, de gobierno a gobierno, normalmente por medio de instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, donde ella trabajó. "No ha habido nunca un país en el mundo que haya alcanzado un crecimiento constante y haya reducido la pobreza de manera significativa con las herramientas de la ayuda internacional externa. Simplemente, no ha ocurrido jamás" "Lo que digo es que necesitamos una estrategia de salida. Puede que la ayuda sólo funcione cuando sepamos que el grifo se cerrará en algún momento"

Un funcionario del FMI, que dimitió un año más tarde, redactó un demoledor informe en el que aseguraba que “el sistema de corrupción de Zaire es tan pernicioso que no hay ninguna posibilidad de que sus acreedores vayan a poder cobrar sus préstamos”. Poco después de este informe, el propio FMI concedió a Zaire el mayor préstamo jamás concedido a un país africano; 700 millones de dólares a diez años. 

Dambisa Moyo, empleando datos del BM y del FMI, calcula que en los últimos 60 años se han enviado más de un trillón, con t, de dólares, en términos anglosajones, a África. África sigue siendo la región más pobre del mundo.
Cuando llega la hora de devolver la deuda, los gobiernos no pueden. Es entonces cuando recurre a un nuevo préstamo para pagar el anterior. Además, la ayuda crea inflación. Si en una economía entra de pronto una gran cantidad de dinero pero no se producen más cantidad de bienes, habrá pocos bienes para mucho dinero, con lo que aumenta el precio de las cosas. Con la llegada de la inflación, llega el aumento del tipo de interés, que no hace otra cosa que perjudicar la inversión. Menos inversión equivale a menos empleo, que conlleva más pobreza, y más pobreza implica más ayuda... es lo que ella llama el círculo vicioso” de la ayuda

La ayuda también ahoga la iniciativa privada de otras maneras. Imaginemos una zona de África afectada por el paludismo, donde un ciudadano local decide crear una empresa para producir redes antimosquito. Empieza a producir redes, y le va bien. De repente, un famoso cantante se entera del problema del paludismo en esa zona, y organiza un concierto por todo lo alto. Consigue recaudar un millón de dólares, y con él compra miles de redes antimosquito e inunda la zona con ellas. Lógicamente, nuestro fabricante se ve abocado a cerrar su empresa y a despedir a empleados, que ya no podrán mantener a sus parientes. Además, las redes se empezarán a estropear, y ya no habrá ningún fabricante que las repare o que produzca nuevas.

"Yo no quiero oír lo que los famosos piensan que deberíamos hacer los africanos así como un canadiense no querría oír lo que opina Michael Jackson sobre la crisis crediticia."

"Quieren centrarse en la guerra, las enfermedades, la pobreza y la corrupción. Ese es uno de los principales problemas con la cultura del famoseo. El enfoque es muy negativo. En mi libro los llamo los cuatro jinetes del apocalipsis africano. Conocí a una mujer africana en Kenia que decía que es muy difícil criar a un adolescente en cualquier lugar del mundo, pero que criar a un adolescente para que sea un ingeniero o un doctor cuando te están diciendo constantemente que eres pobre, ineficaz y que necesitas ayuda de la caridad... Esta no es la fórmula del éxito. Es indignante ver a los famosos, en términos generales, usar sus plataformas para contar básicamente una historia negativa. Esto jamás animará a nadie para que invierta en África."

James Shikwati es otro economista, keniata. "Si las naciones occidentales realmente quieren ayudar a los africanos, deberían terminar con esas horribles ayudas. Los países que más ayudas han recibido son también los que están en una situación más lamentable."

Él pone otros ejemplos clarificadores: "Miles de toneladas de cereales son remitidas a África. Una porción de los cereales va directamente a las manos de políticos sin escrúpulos que luego lo entregan a sus clientes políticos para impulsar su próxima campaña electoral. Otra porción del envío va a parar al mercado negro donde el mercado se vende a precios extremadamente bajos. Los granjeros locales tienen que dejar de usar sus azadas; nadie puede competir con el Programa de Alimentos de la ONU"

En su discurso de posesión como presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 1949, Harry Truman anunció al mundo su llamado a Estados Unidos y al mundo para resolver los problemas de las “áreas subdesarrolladas” del globo:

"Creo  que  deberíamos  poner  a  disposición de los amantes de la paz los beneficios de nuestro acervo de conocimiento  técnico  para  ayudarlos  a  lograr  sus  aspiraciones de una vida mejor... Lo que tenemos en mente es un programa de desarrollo basado en los conceptos del trato justo y democrático... Producir más es la clave para la paz y la prosperidad. (Truman, 1964).

Sin embargo, no era tarea fácil. Las Naciones Unidas lo expresaba así en un documento de 1951:"Hay un sentido en el que el progreso económico acelerado es imposible sin ajustes dolorosos. Las filosofías ancestrales deben ser erradicadas; las viejas  instituciones  sociales  tienen  que desintegrarse; los lazos de casta, credo y raza deben romperse; y grandes masas de personas incapaces de seguir el ritmo del progreso deberán ver frustradas sus expectativas de una vida cómoda. Muy pocas comunidades están dispuestas a pagar el precio del progreso económico."
El antropólogo Arturo Escobar lo deja claro: "En vez del reino de abundancia prometido por teóricos y políticos de los años cincuenta, el discurso y la estrategia del desarrollo produjeron lo contrario: miseria y subdesarrollo masivos, explotación y opresión sin nombre. La crisis de la deuda, la hambruna (saheliana), la creciente pobreza, desnutrición y violencia son apenas los síntomas más patéticos del fracaso de cincuenta años de desarrollo."



"La marca Missing Johnny, con la colaboración de Cruz Roja, organizó una colección de otoño-invierno basada en el look cooperante. El mundo de la cooperación reaccionó con indignación, y fue retirado.


Casos más espeluznantes hay todavía:



 Las dos últimas del fotógrafo Norbert Baksa.


La serie de televisión The Samaritans creada por el keniano Hussein Kurji, denuncia precisamente ciertos absurdos del sector de la ayuda internacional. Esta comedia, que irónicamente se llama Los samaritanos, refleja algunas incoherencias en sus ocho actores: el nuevo director viene desde el extranjero a “gestionar” la ONG sin conocimiento alguno sobre el terreno; muchos de los trabajadores tienen carencia de ética en una organización que por bandera lleva el “ayudar a los demás”; o incluso la propia ONG que no tiene “ningún propósito aparente”




La deficiencia de hierro era el trastorno nutricional más generalizado en Camboya. A pesar de que los utensilios de cocina de hierro fundido es un método conocido para transmitir hierro a los alimentos durante la cocción, el costo de obtenerlo era demasiado elevado en muchas zonas rurales. También lo eran los alimentos ricos en hierro como carnes rojas o legumbres. Un grupo de salud distribuyó un disco de hierro a las mujeres en el pueblo, pidiéndoles que lo colocaran dentro de la cazuela al hacer sopa o agua hirviendo. Pero las mujeres eran reacias.

Así que distribuyeron los lingotes de hierro en forma de una flor de loto, que también fue rechazado por los habitantes del pueblo. Durante las discusiones con los ancianos del pueblo, aprendieron acerca de una especie de pez considerado un símbolo de buena suerte, la salud y la felicidad en folclore local. El grupo creó lingotes de hierro en forma de este pez, fabricado con materiales reciclados y con unos controles de calidad muy estrictos. Estos peces fueron recibidos de manera más positiva por los aldeanos y dio lugar a un incremento inmediato en los niveles de hierro en sangre, y la anemia fue eliminándose.
 
 
"Unos italianos decidimos enseñar a la gente de Zambia a cultivar alimentos. Llegamos con semillas italianas al sur de Zambia, y enseñamos a los locales cultivar tomates italianos y calabazas, y... por supuesto, las personas no estaban en absoluto interesadas en hacer aquello, por lo que les pagábamos para venir a trabajar, y algunas veces, ellos no acudían. Estábamos asombrados de que los locales, en tan fértil valle, no hubiesen tenido agricultura. Sin embargo, en vez de preguntarles cómo era posible que no cultivasen nada, simplemente dijimos: "Gracias a Dios que estamos aquí". "Justo a tiempo para salvar a las personas de Zambia de la hambruna".

Y por supuesto, todo se cultivó hermosamente. Conseguimos magníficos tomates. Y no lo podíamos creer, les estábamos diciendo a los zambianos: "Miren qué fácil es la agricultura". Cuando los tomates estaban bonitos, maduros y rojos, de la noche a la mañana, unos 200 hipopótamos aparecieron desde el río y se comieron todo.

Y dijimos a los zambianos: "Dios mío, ¡los hipopótamos!"

Y los zambianos dijeron: "Sí, por eso no tenemos agricultura aquí".

"¿Por qué no lo dijeron?"

"Ud. nunca preguntó".

Pensaba que sólo nosotros los italianos cometíamos errores en África, pero luego, vi lo que hacían los estadounidenses, lo que hacían los ingleses, lo que hacían los franceses, y me sentí bastante orgulloso de nuestro proyecto en Zambia. Porque, como ven, al menos alimentamos a los hipopótamos."
Ernesto Sirolli.
 
 


Fuentes:
"Blanco bueno busca negro pobre. El lado oscuro de la ayuda al desarrollo" Gustau Nerin
"Dead Aid. Cuando la ayuda es el problema". Dambisa Moyo
http://www.wiriko.org/cine-audiovisuales/kenia-parodia-la-ayuda-humanitaria/
http://www.teledocumentales.com/con-animo-de-lucro/
http://www.ivoox.com/haiti-pais-ongs-audios-mp3_rf_3556506_1.html
"La invención del Tercer Mundo" Arturo Escobar.
http://www.nytimes.com/2009/02/22/magazine/22wwln-q4-t.html?_r=3&
http://www.libertaddigital.com/economia/una-economista-africana-carga-contra-las-ayudas-al-tercer-mundo-1276355758/
http://www.fundacionfaes.org/file_upload/publication/pdf/20130521152551dead-aid.pdf
http://www.africafundacion.org/spip.php?article4204
http://www.ceapedi.com.ar/imagenes/biblioteca/libros/218.pdf
http://www.ted.com/talks/ernesto_sirolli_want_to_help_someone_shut_up_and_listen?embed=true&language=es
http://www.liberalismo.org/bitacoras/1/2685/detengan/ayuda/tercer/mundo/

miércoles, 19 de agosto de 2015

La Whakapapa y los Panioras: la fascinante historia de los maoríes españoles.

 "El que construye la casa es construído por ella" 

 "Ka hinga atu he tete-kura, ka hara-mai he tete-kura"
"A medida que una persona muere, una nace para tomar su lugar"
proverbios maoríes.

Para los maoríes el concepto de tiempo no es lineal, sino circular. Whakapapa se define como la "descendencia genealógica de todas las cosas vivientes, desde los dioses hasta la actualidad" y es a través de la que los maoríes recitan las genealogías. El árbol genealógico está compuesto por retratos de personas de hoy (los ancestros del futuro) y por los dioses (los primeros ancestros), pasando por los elementos naturales (montaña, cielo, mar... que también son seres vivos) cerrando así un círculo del tiempo cíclico. 

Los clanes llevan en su mayoría el nombre de un antepasado (masculino o femenino): por ejemplo, Ngati Kahungunu, 'los descendientes de Kahungunu (un jefe famoso que vivió en lo que ahora se llama la región de Hawke Bay).

Una persona no es persona completa sin la historia de sus ancestros. De hecho, muchos términos fisiológicos poseen una 'naturaleza' genealógica. "Whanau" significa familia extendida, "hapu" hace mención a las entidades tribales locales, e "iwi" a los órganos regionales de la tribu. Pero "whanau" también significa 'dar a luz'; hapu es 'embarazada' e 'iwi' son los 'huesos'. La mayoría de las oraciones (o whaikorero) comienzan con la expresión "nasal" - Tihei Mauriora! Que significa 'estornudo de la vida', el estornudo que hace un recién nacido al respirar por primera vez. 

Por otra parte, los tatuajes faciales representan también árboles genealógicos, que contienen en su simbología el origen, clan y ocupación del que lo porta.

La genealogía no sólo conecta a cada persona con sus familiares, su comunidad y sus antepasados, sino también con sus dioses. Y siendo éstos dioses de la naturaleza, cada persona está genealógicamente relacionada con el paisaje y los fenómenos naturales, que también son considerados seres vivos.

 "Whakapapa enlaza a todas las personas de vuelta a la tierra y el mar y el cielo y el universo exterior, por lo tanto, las obligaciones de whanaungatanga (relacionales) se extienden hasta el mundo físico y todo el ser en él" explica Cleve Barlow.

 Por lo tanto, whakapapa también implica una profunda conexión con la tierra y las raíces de su ascendencia, y es esencial identificar la ubicación de la que la propia herencia ancestral comenzó.

Y en eso estaban los maoríes miembros de clan de los Paniora (españoles, en lengua maorí), cuando viajaron en agosto de 2012 a Valverde del Majano, un pequeño pueblo de mil habitantes cerca de Segovia, para reencontrarse con sus raíces. Es su turangawaewae o lugar donde reside la identidad cultural, aunque se encuentre a miles de kilómetros de su lugar de nacimiento.

En Valverde nació el 31 de enero de 1811 Manuel José de Frutos, el hijo de un comerciante de lana que a los 20 años se vio forzado a emigrar y acabó de ballenero. En 1835 recaló a bordo del ballenero Elizabeth en Port Awanui.  Allí, este ballenero se relacionó con el clan de los Ngāti Porou (que a su vez descienden de Paikea, jinete de las ballenas) y tuvo cinco esposas: Tapita Te Here-kaipuke; Kataraina Te Auwhi, hermana de la anterior; Maraea, del clan Te Whanau-a-Takimoana; Mihi Taheke, de los Te Whanau-a-Hinepare, y Uruhana, de los Whanau-a-Hinekehu, nueve hijos, 41 nietos y 299 bisnietos. Hoy, el clan de los Paniora suman más de 20.000 personas, el clan o la whānau (familia extensa) más grande de Nueva Zelanda.

La periodista neozelandesa Diana Burns se interesó por este clan. 
"Hicimos muchas entrevistas y ganamos mucha información, pero fue muy difícil porque los maoríes son
muy buenos en contar historias y tienen muchas leyendas de una historia oral, y no sabíamos cuales eran las verdaderas. Pero nombraban mucho "Valverde" y que era de Segovia, y que Manuel José era un hombre alto, guapo y pelirojo." En la única iglesia que había, descubrieron en los registros que sólo había nacido un Manuel entre 1780 y 1820, y que era hijo de un hombre llamado José. Dieron esta información a los Paniora y ellos aseguraron, muy emocionados, que era él su ancestro. 

Así, y gracias también al realizador de documentales Alvaro Toépke, quien dirigió “Debajo de tus pies”, y la madre de éste, también periodista, los Paniora conocieron las identidad exacta y el lugar de nacimiento de su ancestro. "Para un maorí una persona no es persona hasta que no se presenta y habla de su orígenes, de sus antepasados y de su tierra" explica Toépke. En 2007, una delegación maorí visitó Valverde del Majano. En la navidad de 2010, un grupo de vecinos de Valverde les devolvió la visita, formalizando el hermanamiento. Decidieron cantarles "nací en el Mediterraneo"

Y no han dejado de tener contacto entre ellos, ya que tienen web y página en Facebook. En Valverde, celebran el 16 de agosto fiestas en su honor, mientras que los maoríes, por su parte, una vez cada diez años celebran una fiesta donde recrean su herencia española.

"Lo que pasa en Nueva Zelanda es que todo el mundo es emigrante. Incluso los maoríes llegaron entre 600 y 1000 años, y los primeros blancos empezaron a llegar hace apenas 200 años. Entonces en 1830 era muy temprano en la historia de Nueva Zelanda y habían muy pocos blancos, y este español llegó a un lugar muy maorí donde no habían blancos y consiguió integrarse en este clan y casarse con varias mujeres y trabajar de comerciante. Es realmente fascinante." añade Diana Burns.



"Mātauranga es un sistema cultural de conocimientos sobre todo lo que es importante en la vida de la gente" Hirini Moko Mead.

Mātauranga en maori se puede definir como "el conocimiento, la comprensión, o la comprensión de todo lo visible e invisible existente en el universo", y se utiliza a menudo como sinónimo de sabiduría.
En el mundo contemporáneo, la definición generalmente se amplía para incluir la historia y los conocimientos tradicionales; y los sistemas de enseñanza y almacenamiento de conocimiento maori.
Por lo tanto, matauranga es un término inclusivo que abarca los conceptos tradicionales de conocimiento y saber, e incluye tanto lo material como lo inmaterial o intangible.

"Te manu i kai i te miro, mona te ngahere
Te manu i kai ana i te maatauranga, mona to ao"


(El pájaro que come del fruto del árbol miro, suyo es el bosque,
mientras que el ave que se alimenta del conocimiento, suyo es el mundo)


Fuentes:
http://blogs.elpais.com/viajero-astuto/2015/08/la-fabulosa-historia-de-manuel-jose-un-maori-segoviano-en-las-antipodas-.html
http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/la-casa-de-la-palabra/1411308/2058630/diana-burns-y-alvaro-toepke-maoris-con-raices-segovianas


Barlow, C. (1994). Tikanga whakaaro: key concepts in Mäori culture
http://www.delorigen.com.ar/oceania.htm
http://www.antoniobriceno.com/spanish/arbol.html
https://islasdelpacifico.wordpress.com/category/maori/

viernes, 7 de agosto de 2015

"Heridas del viento" de Virginia Mendoza: cicatrices de Armenia.

Foto de Armineh Johannes
"Hakob, encaramado en el balcón y borracho, comentó el bombardeo al llegar a casa al grito de:

- ¡La bomba cae por allí! ¡Otra cae por allá!

Como si fuese un partido de fútbol.

- Justo así. Además, le encantaba el fútbol -cuenta su hija, Venera (...)"

Hakob terminó su retransmisión con un "estoy aquí", tras una explosión que hizo estallar los cristales y resquebrajar la casa, tras el silencio humano que hizo de la casa una tumba.

Esto es Armenia, en Berdavan. Pero podía ser en cualquier aldea, en cualquier lugar. Hakob no fue el único que salió al balcón a anunciar el bombardeo. Algunos de sus vecinos también salieron, como en cualquier aldea de cualquier lugar, a empaparse de todo lo que acontece en el pueblo y alrededores para después comentarlo con el resto de los vecinos. Como Nargiz, una mujer de la misma aldea que se pasaba casa por casa a informar de la contienda, como una verdadera corresponsal de guerra
Virginia Mendoza

En el libro de "Heridas del viento" de Virginia Mendoza, lo humano siempre sobrepasa lo extraño, y te hace sentir un poquito de Armenia. Los sueños, la esperanza, la hospitalidad, el cariño, el humor... Virginia Mendoza, periodista y con sus gafas de antropóloga, supo distinguir todas estas cosas comunes de toda la raza humana en su viaje de dos años a un país del que nada o casi nada conocemos. Sólo números. Y el genocidio. Aunque bien podíamos decir que, como en todos los lugares del mundo, cada armenio y armenia es un mundo, con su historia, sus raíces y sus sueños. 

 "Armenia es su silencio. Su nostalgia. Ser armenio es echar de menos", cuenta. Pero más importantes que las raíces son las ramas que saben a donde tirar. 
A Anahit y Makar les preguntaron si querían que su casa estuviera en Armenia o en Georgia. Su "casa divida" quedó entre estos dos países: el baño de su casa, el bosque donde él trabaja de guardabosques y la iglesia donde rezaban, quedaron en Armenia; el resto del pueblo, en Georgia. Al baño les dejan ir, (sin papeles, o al menos con papel del baño, bromean ellos) pero no al bosque; y rezar, rezan a distancia.
Foto de Virginia Mendoza

Makar lo tuvo claro: "Pero si el resto del pueblo vive en Georgia, ¡cómo voy a vivir yo solo en Armenia!" Su nacionalidad es su gente. En su pueblo, cuentan, griegos, armenios y azerís viven como hermanos, pero es que sus azerís son los buenos, aclaran: los de otros pueblos, los de Azerbaiyán, no.

"En Armenia, si algo está por encima de mapas y planos es la creación y fortalecimiento de lazos sociales" explica Mendoza, encantada de perderse por esas redes. Un proverbio armenio dice "los perros que se pelean entre ellos, se unen a los lobos". Los armenios saben que con la cabeza bajo tierra no vive nadie. Aunque todavía hubo quien no paró de buscarse bajo el suelo de su casa. Levon, en realidad, lo que pretendía era hacer un agujero para guardar las patatas. 

- "Los vecinos siempre preguntaban si había terminado ya el sitio de las patatas y el respondía "no, que espere un poco. Y así me engañó durante veintitrés años" cuenta su paciente mujer, Tosya, de este hombre que se pasó todos esos largos años excavando en las entrañas de la tierra, hasta que el corazón le falló.
Foto de Virginia Mendoza

Mendoza describe este ahora museo-cueva como una red de galerías de "veintiún metros de profundidad, el equivalente a un edificio de siete plantas. Diez mil toneladas de piedra. Trescientos metros cuadrados. Seis galerías. Ochenta escalones. La temperatura no varía: tanto en invierno como en verano mantiene diez grados centígrados." "En el punto más bajo, hay una especie de altar decorado con piedras. Levon lo llamaba el sitio de los deseos. Personas de todo el mundo han llegado hasta allí para pedir cosas que, según reconocen algunos, se han cumplido." El deseo de Levon lo cuenta su compañera Tosya "Él decía que algún día, cuando él no estuviese, yo no estaría sola porque siempre habría alguien visitando su museo y entonces me arrepentiría de haberme quejado." 

Los yazidíes son la principal minoría étnica en Armenia. Rezan al Ángel Pavo Real Melek Taus, y al sol, pero una de las primeras preguntas que le hicieron a Virginia fue si era del Athletic de Bilbao. Bueno, esa, y si en su país las mujeres deben casarse vírgenes y si pueden tener más de un novio.

Melek Taus es el Ángel Caído de otras religiones: Satanás, Lucifer. Malek significa ángel, rey, mensajero o enviado en árabe, y Tâwus, pavo. Pero aunque a los medios les encante remarcarlo, los yazidíes no son satánicos, simplemente porque no lo interpretan de la misma manera y no es tanto veneración como temor. Probablemente, el vocablo Tâwus proceda del antiguo dios del sol en Mesopotamia, Tamuz.

"En el yazidismo"- explica Virginia Mendoza -"no es preciso el culto al Dios creador por la sencilla razón de que no hará nada. Pero al ángel Melek Taus, capaz de contener el bien y el mal dentro de sí, hay que tenerlo contento para aplicar su ira."

Visto así...

Curiosamente, existe la teoría que asegura que nuestro término "ángel" , del griego "angelos", posiblemente proceda del persa "ángara", una palabra relacionada con Ângra Maynu o Ahrimán, que en el zoroastrismo iranio es el amo de las tinieblas (y hermano gemelo del señor de la luz y la sabiduría, Âhura Mazdâ). Así pues, nuestro ángel griego también parece provenir del señor de las tinieblas, no del de la luz.  

Foto de Virginia Mendoza
Los molokanes son otro grupo religioso que visitó Mendoza, y su nombre significa "bebedores de leche". Virginia los visitó en Lorri, en el norte de Armenia. Una suerte de pequeña Rusia.

"En 1670 varios disidentes fueron vistos bebiendo leche durante un día de ayuno impuesto por la Iglesia Ortodoxa. El revuelo que tal atrevimiento provocó dio comienzo su historia de aislamiento y persecución" Y es que aquello no aparecía en sus escrituras, y se preguntaban qué lógica tenía dejar de beber un líquido tan sagrado y puro como la leche y venerar, sin embargo, un símbolo del sufrimiento y la muerte de su salvador, como era la cruz.

Por eso, reniegan de la jerarquía eclesiástica y de sus iconos, de la propiedad privada, y están mal vistas muchas costumbres modernas como las nuevas tecnologías, los móviles, la televisión... "hay muchos malos programas" le aseguró el molokan Pavel. Pero Tanya le confiesa que pueden ver la tele y usa los teléfonos quien quiere. Incluso Pavel se olvida del satanismo de la cámara de fotos de la antropóloga y, finalmente, pide retratarse juntos. 

"Somos bebedores de leche, eso es todo. Ni siquiera es una cuestión nacional, sólo es una cuestión religiosa y nada más"

Y sobre el segundo genocidio del siglo XX... *

"No vamos a hablar del genocidio. Sentaos y tomad el café - sentencia Movses.

Cinq Femmes. De Jansem.
"Movses e Iskushi son supervivientes del genocidio armenio. Ella dice que llorar no sirve para nada. Sobrevivir tiene que ser algo parecido a llegar a esa conclusión." cuenta la autora.
 "Seguir con vida no siempre significa sobrevivir" puntualiza. 

Y Mendoza recomienda dos documentales:

La película Auction of Souls -Ravished Armenia-, protagonizada por la superviviente Aurora Mardigarian, fue la primera película sobre el genocidio armenio y fue abordada desde la situación de las mujeres, violadas y esclavizadas, al igual que lo fue la misma Arshaluys (Aurora) Mardigarian. 

La cineasta Suzanne Jardalian también quiso saber qué significaban los tatuajes de su abuela, los que señalaban de por vida a quien pertenecía. En su documental "los tatuajes de la abuela", cuenta que "Cuando era niña yo pensaba que eran signos diabólicos que venían de un mundo oscuro. Agitaba el miedo en mí. Sin embargo, los tatuajes en las manos y la cara de la abuela eran un tabú, nunca se habló de ello". Finalmente, el secreto detrás de marcas azules de la abuela Khanoum se revelan:

"La abuela fue secuestrada y mantenida en la esclavitud durante muchos años en algún lugar de Turquía. Ella era también marcada, tatuada como una propiedad, del mismo modo que se marca al ganado. El descubrimiento de la historia me ha conmovido. Comparto la vergüenza, la culpa y la ira que infectó la vida de mi abuela. El destino de la abuela Khanoum no fue una aberración. Por el contrario, decenas de miles de niñas y adolescentes armenias fueron violadas y secuestradas, mantenidas en la esclavitud".

En su documental, una abuela de 104 años todavía llora por la muerte sus padres.



Documental completo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=bwj4e_f_1DI

Recomendabilísimo libro "Heridas del viento" de Virginia Mendoza, cómpralo aquí: http://www.amazon.es/dp/1508741638

Madrid: Librería Monpassa

Pamplona: Librería Katakrak

Salamanca: Librería Letras Corsarias

Alicante: Librería Pynchon&Co

Elche: Librería Séneca

Pedidos directos: cuadernoarmenio@gmail.com


Su blog:
https://cuadernoarmenio.wordpress.com
Twitter:
https://twitter.com/V_elociraptor
Facebook:
https://www.facebook.com/cuadernoarmenio/posts/1150091351674460

(Se dice sobre el genocidio armenio, incluso el Papa así lo dijo hace poco, que fue el primero del siglo XX. El historiador David Olusoga recuerda que “esa triste distinción corresponde en realidad al genocidio que la alemania imperial llevó a cabo una década antes contra los Herero y los Nama, dos grupos étnicos que vivían en la por entonces llamada German South West Africa, ahora conocida como Namibia”. No tendría tanta importancia esta puntualización, lo mismo da que sea primero o segundo, si no fuera porque este genocidio todavía no ha sido reconocido por el gobierno alemán)